En entregas anteriores hablamos de la psicomotricidad y la motricidad fina. Ahora es el turno de la motricidad gruesa.
Recordemos que todos los niños son diferentes , incluso los hermanos que son criados en un mismo ámbito familiar. Por lo cual no todos consiguen a la misma edad superar cada etapa. Hay parámetros para cada edad pero no hemos de ser estrictos; si tenemos dudas no tengan temor y plantead el tema al pediatra.
En muchos casos que hay algún problema, no necesariamente es un problema de motricidad gruesa sino que es una consecuencia de un problema auditivo o de la visión lo que impide que el desarrollo se realice y evidencie correctamente.
He pensado en proponer algunas actividades para realizar en casa que ayudan a estimular la motricidad gruesa en los más pequeños:
- dispersar juguetes por el piso y pedirle que los levante
, poner música y cuando la música para el niño debe parar también. - colgar una cuerda (por ejemplo la de tender la ropa) y de ella distintos peluches o juguetes que se puedan golpear, o bolsas con papel picado, agua, etc. el niño deberá golpear con un palo, esto ayudará a desarrollar el sentido del equilibro
, y los músculos de cuello. También podemos complementarlo con música para hacerlo más divertido aún. - vaciar el baúl de los juguetes y pedirle que trate de “embocar o encestar” los juguetes en el baúl, aumentar o disminuir la distancia del niño del baúl, para aumentar o disminuir la dificultad (cuidado con las frustraciones)
juegos en el piso como por ejemplo la rayuela.- las escaleras: subirlas y bajarlas.
Al estimular la motricidad gruesa ayudamos a que coordine mejor y que conozca su cuerpo. Mucha suerte y a intentarlo.
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